sábado, 30 de marzo de 2019

Hugo Ariel Cascia


Buenos días / tardes / noches, pausemos que no paremos y reflexionemos.
Dentro de todos los ingredientes que necesitamos para vivir y ser capaces de afrontar el día a día que son bastantes, unos son más necesarios que otros e incluso al igual que pasa cuando cocinamos, algunos llegan a ser imprescindibles y siempre están en cada plato.

Posiblemente el más determinante y necesario, el motor de cada uno de nosotros y a partir del cual terminan surgiendo el resto, sea la actitud, porque a partir de ella si es la correcta, aparece el esfuerzo y el trabajo y la constancia y somos capaces de avanzar.

Sin embargo, si carecemos de ella ya sea temporal o permanentemente o por el contrario esa actitud es negativa, lo que hace es ralentizarnos y estancarnos y terminar hundiéndonos poco a poco ante cualquier adversidad que surja al avanzar en nuestro camino.

Por eso es fundamental ser conscientes que al igual que físicamente necesitamos el alimento para poder responder con energía, mentalmente la necesitamos ya que en un minuto puede cambiar nuestra actitud y en ese minuto puede cambiarnos el día entero.

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