miércoles, 11 de febrero de 2009

¿Qué es lo que es crucial?



“Evaluar la oposición, imaginar las zonas de peligro, garantizar la vigilancia del terreno.... son los principios generales para los Jefes. Garantizar tu ataque allí donde no haya defensa…”

“No dejes que nada te seduzca, no dejes que nada te altere. Hay que centrarse sólo en lo que es apropiado”.

“… Aunque seas sólido, manténte a la defensiva; aunque seas fuerte sé evasivo”

“Responder a una forma con una forma es franqueza, responder sin forma a la forma es sorpresa…”

"El Arte de la Estrategia"

Sun Bin



¿Qué es prioritario para la Autogestión de la Seguridad?


  1. Conocerse uno mismo
  2. Conocer nuestras fortalezas y debilidades
  3. Ser preventivos 
  4. Ejercer self-coaching para ser proactivos

Básicamente, con estos 4 elementos prioritarios deberá ejercerle un self-coaching de previsión, que permita garantizar el propio convencimiento que esa capacidad de "anticipar" puede generar cambios favorables en cada contexto o situación.-

Toda situación se halla afectada por factores favorables y desfavorables, determinada siempre por el rector tiempo. Es aquí donde entra en juego la capacidad (desarrollada o no) de "conocerse" y "haber" anticipado mentalmente" las contingencias.-

Como ha plasmado Tzun Tzu en la obra maestra del "Arte de la Guerra": "Conoce a tu enemigo y conócete a ti mismo; en cien batallas, nunca saldrás derrotado. Si eres ignorante de tu enemigo pero te conoces a ti mismo, tus oportunidades de ganar o perder son las mismas. Si eres ignorante de tu enemigo y de ti mismo, puedes estar seguro de ser derrotado en cada batalla..".-

Seguramente la incertidumbre en este punto generará discordias, pero es una respuesta sencilla a un todo complejo y dinámico como lo es la Seguridad.-

Quienes se encuentren en capacidad de detectar sus propias vulnerabilidades, quienes identifiquen aquellas que serán criticidades en lo inmediato y que puedan analizar las variables o probabilidades de ocurrencia dentro del riesgo, evaluarán sufrirlo o asumirlo, irrenunciablemente deberán en algún sentido "Autogestionar su Seguridad", las de los suyos o bien la de terceros con injerencia en las acciones o actividades que desempeñe.-

Los que no encuentren dentro de sus capacidades estas "prioridades", deberían considerar asesorarse del como, no sin antes saber que estas prioridades no son imposibles, no son materia solo de expertos y profesionales, sino que con la práctica, seguramente en un principio con una modalidad "guiada" pueden lograrse resultados altamente positivos.-

La mentalidad y el compromiso, la conducta preventiva y la proactividad son la base de una gestión favorable y eficaz de la Seguridad. Sin embargo, muchas veces el error (la generalidad) es considerar: "a mí no me pasará", "a mi empresa no le pasará", "a mi familia no le pasará", "a mis hijos no le pasará".-

Estos excesos de confianza o conductas rutinarias pueden ser irreparables, pues todos y cada uno de los seres humanos estamos expuestos a eventos, emergencias, accidentes y sobre toda las cosas: "al factor sorpresa", para el cual si no se está preparado o concientizado es muy difícil sobrellevar (durante y posterior al hecho).-

Es menester (atendiendo a cada nivel de exposición y realidades) conocer todas las propias debilidades o vulnerabilidades, las que son observadas o estudiadas por quienes buscan aprovecharlas en su beneficio, explotándolas en virtud de transformarlas en oportunidades, recordando que el factor tiempo (sorpresa) siempre estará a favor del que "explote" aquellas debilidades.-

La Autogestión de Seguridad se deberá generar a partir de una fortaleza creada en base al conocimiento. Existe un viejo concepto que reza: "quien tiene la información tiene el poder", esto deja también en claro que la información puede ser "propia" o la que "brindamos" a terceros con nuestras acciones, rutinas, perfiles o niveles de exposición y entorno. Muchas veces sin percibirlo. Una verdadera fortaleza se construye con una visión 360º, partiendo coherentemente que una Seguridad total no es posible.-

La minimización de los riesgos a los cuales se puede estar expuesto es la alternativa, con una visión como la mencionada, con una convicción y fin último de utilizar nuestro conocimiento y proactividad en favor propio.-

Una Autogestión de Seguridad por medio de la conducta preventiva y todos los elementos hasta aquí mencionados deja como resultado, habiendo ejercido un self-coaching constante:

  • menor porcentaje de factor sorpresa e imprevistos
  • mayor oportunidad en favor propio
  • menor porcentaje de riesgos

Antagónicamente una conducta descuidada, poco estudiada, carente de previsión profesional fundada en el análisis coherente, o pecar de una negligente actitud y cultura en materia de Seguridad, deja libre las infinitas posibilidades de atentar contra las “seguridades”: personal, familiar, domiciliaria, corporativa, ejecutiva u otras, debiéndose recordar que SIEMPRE COMIENZA CON UNO MISMO, en este caso pudiendo arrojar resultados irreparables, fundado en:

  • mayor porcentaje de sorpresa e imprevistos
  • menor oportunidad de respuesta o reacción
  • mayor porcentaje de riesgo

Nota: Este material forma parte muy resumida del "Primer Manual de Coaching de Seguridad Integral®" (Marca Registrada) y "Guía de Autogestión de la Seguridad", Dirección Nacional del Derecho de Autor, expediente 619086.-

Queda claro que la Legislación Nacional Argentina, específicamente: Ley 11.723 de Propiedad Intelectual y Ley 22.632 de Marcas protegen el todo del documento y los conceptos plasmados.-
Las Artes Marciales orientales han experimentado en los últimos 30 años una asombrosa difusión en nuestra sociedad. Su práctica se ha generalizado a partir de deportes imbuidos de la tradición marcial japonesa y coreana. Kárate, Judo y Taekwondo (TKD) son, hoy en día, deportes de gran implantación en nuestra sociedad y, la expresión más palpable de este hecho es la consolidación olímpica del Judo y del Taekwondo y la posible inclusión futura del Kárate como disciplina olímpica.


1.1 El Hapkido: Concepto e historia
En el lenguaje coreano, de estructura silábica, la palabra Hapkido es toda una definición que en términos literales significa Amétodo para armonizar la energía.
Hap: armonía, equilibrio.
Ki: Energía, fuerza.
Do: Camino, sistema, método
En términos más prosaicos el Hapkido constituye un método sistemático y pedagógico de enseñanza de técnicas de Defensa Personal y de lucha. Sin embargo el Hapkido es también un buen medio para transmitir valores como la humildad, la superación propia, la perseverancia, el fomento de la salud, la amistad, la fidelidad y el compromiso.
Como Arte Marcial, eminentemente de autodefensa, recoge y funde en un solo método de enseñanza lo mejor de la tradición marcial japonesa del Dayto Ryu (Dayto Ryu Aikijujitsu, escuela a la que pertenece el Maestro Morihei Ueshiba, fundador del Aikido y de la que también fue alumno el Maestro Choi Yong Sul, fundador del Hapkido) y de las artes de lucha tradicionales y milenarias de Corea, como el Tae Kyum (base tradicional del Taekwondo moderno), el Kuk Sul Won (defensa personal dinámica coreana) y la lucha Syrum (muy popular en Corea y muy similar a nuestra Lucha Canaria). De este modo, el HAPKIDO compila en un sólo método educativo lo mejor de estilos tan variados que trabajan desde el combate a larga y media distancia basado en puños y patadas (TKD, Kárate,...) hasta los basados en la lucha cuerpo a cuerpo a corta distancia (Judo, Syrum, Aikido,...).
El padre del Hapkido tal y como lo conocemos hoy en día fue el maestro Choi Yong Sul (1904-1987). Tras la invasión japonesa de Corea en los primeros años de este siglo, el joven Choi, de cuatro años de edad, fue deportado junto con su familia a Japón para servir como esclavo en el feudo del Maestro del Dayto Ryu Aikijujutsu, Sokaku Takeda (1860-1943). En la casa del maestro Takeda y, bajo su protección, aprendió Choi Yong Sul el arte del Aikijujutsu. Finalizada la Segunda Guerra Mundial y, con su status de hombre libre recién adquirido, el maestro Choi regresa a Corea donde comienza a enseñar sus conocimientos de Aikijujutsu y se interesa por aprender las artes tradicionales de su tierra. Con la libertad, el pueblo coreano comienza, no sin grandes dificultades, a fomentar sus tradiciones culturales durante muchos años reprimidas por la política opresora de Japón. En estos primeros años libres del yugo japonés, gana fuerza en Corea el nacionalismo y emergen con virulencia las manifestaciones culturales propias del pueblo coreano, durante tantos años reprimidas por Japón. Las Artes Marciales coreanas conocen en estos años una amplia difusión en un país marcado por décadas de dominio japonés y envuelto en una cruel guerra civil. Es en las décadas de los años cincuenta y sesenta cuando el Hapkido y el Taekwondo surgen como escuelas y son adoptados como métodos de enseñanza de lucha en los cuerpos policiales y militares de la sociedad coreana. Su expansión por occidente se debe fundamentalmente a la presencia de tropas de las Naciones Unidas y a la adopción por las unidades de los ejércitos estadounidenses de los métodos de enseñanza de lucha cuerpo a cuerpo de las tropas coreanas.


1.2 Taekwondo y el Hapkido como dos disciplinas complementarias
La denominación Taekwondo es adoptada en 1957 por los maestros de distintas escuelas de artes marciales coreanas y es en 1965 cuando el maestro Choi Hong-hi (General de cuatro estrellas del ejercito coreano y a la postre Ministro de Defensa de la República de Corea del Sur) es nombrado presidente de la recién fundada Korean Taekwondo Association. De esta forma, el General Choi Hong-hi impuso el Taekwondo como disciplina de entrenamiento de las Fuerzas Armadas coreanas. Por esa época, el Taekwondo hizo posible la síntesis en una escuela única de lo esencial de los distintos estilos de lucha coreanos basados en el combate a distancia usando golpes de brazos y piernas y se convirtió, en suma, en el heredero del Tae Kyum tradicional.
A diferencia del Taekwondo, el Hapkido sintetiza en un sólo método educativo toda la tradición marcial del Dayto Ryo Aikijujutsu japonés (del que surge como escuela moderna el Aikido) y lo mejor de las artes marciales tradicionales de Corea, especialmente del Tae Kyum. Su consolidación institucional como arte de lucha en Corea fue, sin embargo, mucho mas modesta que la del Taekwondo. El maestro Choi Yong Sul no era ciertamente un ilustre General del poderoso ejército coreano. Era un ciudadano normal sin cargo relevante alguno y que, carente de influencias o de ambiciones políticas, se limitaba sólo a enseñar sus conocimientos en su humilde escuela de Seúl. Tal es así que la denominación y la creación de una escuela oficial de Hapkido se debió a la tarea emprendida por su alumno mas aventajado, el maestro Ji Jan Jae. El maestro Ji fundó el Hapkido tal y como lo conocemos hoy en día en 1959 y, dos años mas tarde, en 1961 fue contratado por el gobierno surcoreano para instruir a las Fuerzas de Seguridad Presidenciales en técnicas de lucha, cargo que ocupó hasta 1979.
Hoy en día el Hapkido y el Taekwondo comparten un estatus parecido en el estado coreano y a pesar de las diferencias existentes entre ambas disciplinas, la práctica del Hapkido y del TKD se desarrolla de forma integrada y complementaria (no conviene olvidar que ambas son herederas legítimas del Tae Kyum tradicional). De esta forma, los maestros y monitores se forman simultáneamente en ambas disciplinas e imparten sus conocimientos de forma paralela.
Siendo Taekwondo y Hapkido las disciplinas marciales coreanas más difundidas por todo el mundo, la práctica del Taekwondo se ha desarrollado, sin embargo, más rápidamente en el mundo como disciplina deportiva olímpica, mientras que la difusión del Hapkido se ha visto frenada, en parte, por el gran éxito del Taekwondo y en parte por los condicionantes institucionales de su origen. Tal vez la mayor diferencia entre ambas disciplinas resida en que la práctica del TKD se ha orientado hacia una dirección predominantemente competitiva (y de ahí su desarrollo como deporte de competición) y la práctica del Hapkido ha mantenido más intacto su bagaje marcial. Conviene no olvidar que quienes han introducido el TKD y el Hapkido en nuestro país son los mismos maestros, quienes comparten su condición de expertos e instructores de ambas disciplinas pero que en su momento optaron por centrarse en la difusión del TKD, sin duda porque su carácter competitivo le abría en nuestra sociedad, también altamente competitiva, incalculables oportunidades de desarrollo. De esta forma los maestros Kim Sun Kum (81 Dan de Hapkido y 71 Dan de TKD) y Shin Hyung Seung (71 Dan de Hapkido y 61 Dan de TKD), alumnos del maestro Ji Jan Jae, han sido los principales introductores de ambas disciplinas en Las Palmas de Gran Canaria y en S/C de Tenerife respectivamente.
En Canarias, la difusión inicial del Hapkido se debe, fundamentalmente, a la labor de los mencionados maestros Shin Hyung Seung y Kim Sun Kum. En Tenerife, el maestro Shin lleva enseñando Taekwondo y Hapkido desde hace 25 años y ha formado ya varias generaciones de practicantes de TKD y Hapkido desde la Escuela Municipal de Taekwondo de S/C de Tenerife. Hoy por hoy, alumnos del maestro Shin enseñan TKD y Hapkido a lo largo de toda nuestra geografía insular. Los monitores de esta actividad llevamos practicando Taekwondo y Hapkido desde hace más de 12 años bajo la supervisión técnica de los maestros Shin y Kim y desde hace 5 años damos clases de Hapkido en la Universidad de La Laguna, donde se viene impartiendo como disciplina integrada en su programa de deportes desde hace ya 15 años. Durante ese tiempo cientos de estudiantes de nuestra Universidad han aprendido Hapkido y se han formado en la Universidad de La Laguna varios Cinturones Negros.