Un antecedente filosófico a considerar por parte de este incipiente proyecto de Inteligencia Artificial es Descartes, quien niega que cualquier máquina basada en mecanismos pueda pensar, ser racional e inteligente.
La inteligencia artificial se vuelve humanista: por qué se necesitan filósofos y lingüistas en la ciencia del futuro
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La Inteligencia Artificial (IA) ya es un nuevo yacimiento de empleo con un potencial de crecimiento exponencial que va a absorber a profesionales de perfil clásico a través de nuevos itinerarios formativos enfocados a lo digital. Éstas serán salidas profesionales más valoradas y mejor pagadas que las derivadas de las aplicaciones tradicionales de estos perfiles. Psicólogos, filólogos y filósofos son la nueva frontera entre los robots y la humanidad.
Klaus Schwab, autor de La cuarta revolución industrial y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial, caracteriza la era actual por una "fusión de tecnologías que difumina las fronteras entre lo físico, lo digital y lo biológico". De las investigaciones sobre la incorporación de Inteligencia Artificial en la economía de la consultora DuckerFrontier se concluye que ésta generará mejores empleos, más productividad y un mayor crecimiento económico general. Concretamente, y en lo referente a las ofertas de trabajo, hará crecer un 26% el empleo de alta calificación de forma trasversal en la economía.
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Los nuevos yacimientos de empleo están en lugares aún no imaginados, o que sólo empiezan a mostrar sus potencialidades para cambiar nuestro modo de vida de forma radical e irrevocable. El desarrollo de redes neuronales artificiales, unos programas muy complejos que tratan de mimetizar el funcionamiento del cerebro humano, son el futuro de la Inteligencia Artificial, ya que permitirán dotar a las máquinas de prerrogativas hasta ahora vedadas a las mismas como la autonomía para pensar, aprender y tomar decisiones autónomas.
Podría parecer a priori que el futuro del empleo pasa por los perfiles altamente tecnificados, como todo lo relacionado con el Big Data (Ingeniero de Big Data, visualizador de datos, arquitecto de Big Data…), cuando lo cierto es que la Inteligencia Artificial demanda profesionales con una carga esencial en humanidades, como demuestra la relevancia de los expertos en experiencia de usuario (UX) en el desarrollo de los entornos digitales.